Y el verano al fin llegó. Estos días después de un largo invierno, hubo temperaturas propias de la estación. Para mí fueron soportables pese a que son muy elevadas para la mayoría. Pero en mi caso, me sentí muy bien.
Pude captar la belleza de esta mariposa. En el garaje que tenemos ahora hay montones de pajaritos por las mañanas, incluso pude ver una paloma blanca también. Ella estaba en una de las ventanas del lugar.
Se puede decir que todavía nada ha cambiado para mí en este tiempo de espera. El mundo comenzó a caminar de nuevo pero no como antes. El cambio se tiene que producir y es sólo cuestión de tiempo que queramos aceptarlo. Un cambio en un mundo que no está preparado.